Este pueblito de pescadores, rodeado por dos hermosas playas, un desierto de dunas y un cabo rocoso guardado por un faro enigmático es probablemente el lugar más preservado, magnífico y salvaje de la costa uruguaya.

Barrido por vientos durante los meses de invierno, Cabo Polonio es relativamente poco visitado por los turistas entre los meses de Mayo y Septiembre. Sólo algunos enamorados de la naturaleza salvaje se quedan y frecuentan a los verdaderos pobladores, esencialmente famillas de pescadores instalados desde hace muchos años, otros poetas o algunos científicos que vienen observar ballenas, lobos marinos y otros cetáceos.

Cabo Polonio se encuentra en la costa Noroeste de Uruguay, a unos 60 kilómetros de la frontera con Brasil, y a unas tres horas de Montevideo en auto, exactamente en el kilómetro 264 de la ruta 10, que sale de La Paloma en dirección a Valizas y Aguas Dulces (ver mapa). Los visitantes tendrán que dejar su auto afuera de la reserva antes de tomar los sorprendentes 4x4 que aseguran el trayecto entre el continente y el pueblo, atravesando un hermoso bosque y bordeando una de las playas. El trayecto tarda unos 20 minutos.

Como lo explica el fotógrafo Stéphane San Quirce en el prólogo de su libro «Cabo Polonio», «posiblemente haya sido el capitán Polloni, cuyo barco proveniente de Cádiz naufragó sobre sus costas durante el verano del 1753, quien dio muy involuntariamente su nombre a Cabo Polonio. Refugio de piratas y contrabandistas franceses hasta principios del siglo XVIII, paradero indígena durante miles de años, Cabo Polonio es una tierra más allá del mundo, una isla perdida entre el Océano Atlántico y un mar de dunas.»

Cabo Polonio es una de las reservas más importantes de lobos marinos de América del Sur. Se instalaron en las dos islas que están al Este y al Norte del pueblo, así como en la punta rocosa de Cabo. Es muy fácil observarlos durante casi todo el año. Numerosos cetáceos buscan las aguas de las dos bahías: es muy común ver ballenas entre septiembre y noviembre. Si tiene suerte, podrá nadar con los delfines que muy a menudo juegan a pocos metros de las playas; a veces delfines comunes, otras veces toninas – delfines negros muy impresionantes. Se pueden ver todo el año y muy frecuentemente en pleno verano, desde diciembre hasta marzo.

Antiguamente «reserva natural», Cabo Polonio obtuvo el título de « Parque Nacional » en el año 2009. La idea del Ministerio de Medio Ambiente es proteger este sitio excepcional, tanto por su situación geográfica tan particular como por su ecosistema único y permitir una buena integración de las poblaciones autóctonas y turísticas, en el seno de este paraíso costero.